Un cielo de estrellas
En un manto oscuro ví tantas estrellas
brillando ignorantes de mis ignorancias,
brillando tan fuerte sobre la negrura
de una noche triste llena de nostalgia;
eran tan hermosas y sin proponerlo,
eran tan hermosas que las admiraba,
soñaba tan alto lejos de mi suelo
volando en un viento que acunaba el alba.
cuando ese perfume rozó mi conciencia
y esa gracia etérea flechó mi esperanza,
levante mis manos y mirando el cielo
desee como nunca poder alcanzarlas.
y miré mis manos...y miré ese cielo,
comparé posturas y medí distancias,
entonces su brillo ya no fue sereno
fue como tormenta que azotó la calma.
y lloré asustado por sentirme a oscuras,
quise con mis miedos aferrar la gracia
y quedé frenado por ese consuelo
de saber que un día compartí esa magia.
Gabriel Bertino
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on jueves, 14 de agosto de 2008
at 8:31
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Poesía
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La belleza de lo simple
Muchas veces, nos perdemos de las cosas que están más cerca, simplemente porque el hecho de que estamos acostumbrados a verlas. Los hermosos paisajes de la tarde, las cerradas noches oscuras donde solamente se ven las estrellas, el silencio aturdidor del campo, los últimos vestigios salvajes de pastizales y salinas en plena pampa húmeda, la cordialidad de una comunidad como gran familia (cuando no explota el infierno) y el recuerdo vigente de la tradición y nuestros antepasados... Todo esto es Montes de Oca, además de la cotidiana vida que se repite a lo largo del planeta. Lo invitamos a conocer parte de nuestra tierra